Mai caind of taun...

11 de Julio - 10.38 p.m.
Arrancó el tren rumbo a Chicago y pude ver el puente del Mississippi iluminado. Después fueron 8 horas de oscuridad en las que dormí como el culo. El tren es comodísimo, pero deciden bajar la temperatura a un nivel antártico, con lo que la pasé bastante mal. Me desperté y alcancé a ver el final del recorrido. Chicago está en el medio-oeste norteamericano, así que ya se empiezan a ver paisajes del estilo campos de golf. Desayuné una especie de muffin que le dicen rollo de canela, rica pero un poco empalagosa. Y la bajé con café. Y dejémoslo ahí.

12 de Julio - 09.08 p.m.
Esa fue la hora exacta en la que coordiné el reloj de mi celular con el reloj de la estación de tren, luego de retirar la valija. Gente, Chicago es ENORME. En todo sentido. Está buenísima como ciudad, es muy fácil de recorrer (al este el lago, al oeste y norte el río -que se cierra como una especie de Juan B. Justo invertida- y en el medio (al menos dónde estoy yo) el "Loop", un rectángulo que es la ruta circular de los servicios de trenes, que pasan todos por arriba (en cualquier momento veo al Hombre Araña o Batman). Les juro, hoy caminé como 60 cuadras y no te cansás: tiene el riverside walk, los puentes que cruzan el río, un parque hermoso entre la Av. Michigan y el lago... encima tocó un día especial. Acá están en verano, pero no hace el calor del sur y seguramente a la noche pinte frío (a Chicago le dicen la ciudad de los vientos. Le tendrían que decir la ciudad de los Starbuck's, también. Mama mía hay 1 por cuadra, más o menos). Hay mucho rstaurante italiano (hoy me comí medio panini con pavo, tomate, panceta y una ensalada César) y muuuuuucha gente. Pero menos atolondrada que en Buenos Aires (aunque igual de apurada). Luego les contaré más, recién son las primeras horas. Mañana me anoté para un tour hasta el club de Buddy Guy, a ver que onda.

Nota publicada originalmente el lunes 12 de Julio de 2010, 07:01:30 p.m.