20 jul 2010

Edú por la 61

Hace aproximadamente un año, reflexionando sobre mi largo período con ausencia de vacaciones, me decidí a emprender un viaje fuera del país que terminara por fin con la falta de descanso. Nunca había salido de él y me parecía una experiencia hasta necesaria, les diría. Lo que seguro no quería era proponérmelo como una exigencia, si no como algo que realmente pudiese disfrutar ¿A dónde ir, entonces? Mi destino... los E.E.U.U.

La elección tenía su fundamento: una parte importante de mi vida (creo que de la mayoría) es la música. Y del amplio gusto y conocimiento (no es necesaria la falsa modestia) que yo tengo de ella, hay una que en los últimos años me ha llegado de manera más personal: el folk y blues norteamericano.

De modo que con paciencia y perseverancia, comencé a planificar un viaje que, increíblemente y por fortuna, no está contemplado en ningún paquete turístico. Recorrí mapas, estudié rutas, zondeé posibilidades. Y fijé mis 3 destinos: New Orleans, Memphis y Chicago, las tres ciudades más importantes de lo que se conoce como "Ruta del Blues".

Luego de varios artículos leídos, de trámites de visa, de pedidos de guías llegadas por correo y del fundamental estudio de presupuesto, fijé fechas de vuelo, traslado en tren y estadías en hostels. Para los que no pudieron compartir mi experiencia a medida que sucedía o para los que la quieran revivir, lo posteos por venir son una serie de crónicas que fui redactando en mi perfil de Facebook (el cual ya no tengo por haber cumplido su cometido) y que se publican todas de una vez, con éste preámbulo.

Que las disfruten.

P.D.: Las crónicas están etiquetadas bajo el nombre de 930 millas, el cual hace referencia a la distancia recorrida en mis 15 días de vacaciones por los EEUU

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicitaciones Freza por la bitácora! volvé al FB! jaja. Alexus

Unknown dijo...

Excelente! Cómo diría un reconocido crítico... "de lo mejorcito que leí en los últimos meses".
Quiero que sepas que me gustó mucho lo que escribías. Muy claro y divertido. Cada nota me hacía vivir ese momento a pesar de no haber estado ahí. Abrazo titán!