6 oct 2008

Con la espada, con la pluma y la palabra.


Setecientos años de feudalismo en Japón hicieron posible el surgimiento, apogeo y caída (aunque no muerte) de un tipo de hombre único: el Samurai.

A sí mismos llamados Bushi ("El noble que porta armas"), su conducta era regida por un código no escrito, el Bushido, cuyos preceptos beben tanto del sintoísmo como del budismo. De la primera fuente tomaron la noción del guerrero leal y servil (ese es el significado de Samurai) a toda figura que represente la tradición del Japón, considerado la "morada de los dioses". De la segunda, la compostura estoica frente al peligro, consecuencia de la contemplación: el esfuerzo del pensamiento de elevarse por sobre todos los fenómenos, para superar la mera expresión verbal y fundirse en el absoluto.

Inazo Nitobe, cuya efigie aparecía en los anteriores billetes de 5.000 yenes, fue un diplomático japonés, cristiano, quien recopiló y escribió en inglés ese código. Lo hizo para explicar cómo se impartía en su país la educación moral. Siete son las virtudes que promulga el bushido:

Rectitud: Para un auténtico samurái no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.

Coraje: Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Sólo así se vive plenamente.

Benevolencia: El samurái tiene compasión. Ayuda a su prójimo en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.

Respeto: Los samuráis no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurái es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no se es mejor que los animales.

Honestidad: Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. No ha de "dar su palabra", no ha de "prometer", el simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción.

Honor: El auténtico samurái sólo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones tomadas y cómo son llevadas a cabo reflejan quién es verdadero ser de sus ejecutores. Nadie puede ocultarse de sí mismo.

Lealtad: Haber hecho o dicho "algo" significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel. Las palabras de un hombre son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya.

En pleno apogeo de ésta clase guerrera, hay ejemplos vivos del cumplimiento de éste código: la patética historia de los 47 leales y la vida y obra de Musashi Miyamoto.

Los 47 leales fueron samurai que, tras una traición, se convirtieron en ronin (guerreros sin amo). Viviendo en plenitud con el bushido, se dispersaron y fingieron durante años ser pordioseros. Llegado el momento, se reunieron y asaltaron un castillo para llevar a cabo el desagravio: matar al Shogun (lider del clan) que había asesinado a su amo. Una vez cumplida la tarea, cometieron seppuku (suicidio ritual) porque ya no podían ser, su amo había muerto y ellos no tenían sentido en el plano terrenal.

Musashi Miyamoto fue un ronin por elección, quien dedicó su vida a perfeccionar el arte del esgrima. Su legado más importante fue haber escrito "El libro de los cinco anillos", un tratado de táctica y estrategia dedicado a su discípulo, que cristaliza de manera concreta el código no escrito de la conducta bushi.

Para aquellos hombres, la espada era su alma, la poesía la expresión de su espíritu guerrero, la palabra - siempre veraz- su honor y el saber y el obrar la misma cosa.


Bibliografía:

Inazo Nitobe, "BUSHIDO, PRECEPTOS DE HONOR DE LOS SAMURAIS", Editorial Quadratta, 2005.

Musashi Miyamoto, "EL LIBRO DE LOS 5 ANILLOS", Editorial Distal, 2003.

Borges, Jorge Luis, "EL INCIVIL MAESTRO DE CEREMONIAS KOTSUKÉ NO SUKE", en "Historia Universal de la Infamia", Editorial Alianza, 1998

4 comentarios:

qfwfq78 dijo...

Muy bueno el tema; escribi algo similar hace ya un buen tiempo, basandome en un artículo muy interesante de la revista "Historia" que consegui en Barcelona.

http://qfwfq78.blogspot.com/2006/09/de-samurais.html

Eran muy interesantes en especial las frases e historias que servian de ejemplo para ilustrar las virtudes, reproduje un par en mi post pero habia varios mas.

Creo que la revista no sobrevivió a la mudanza, pero a ver si la encuentro...

Nuri148 dijo...

Supongo, (espero) que de la palabra Bushi, "i" quiera decir noble, porque ya sabemos que Bush se limita a portar armas, y de noble no tiene nada.

Anónimo dijo...

La cultura japonesa en general me resulta sumamente interesante. Si bien conocía algo de "lo samurái", este post me resultó genial. En verdad, en lo personal, yo creo que la exigencia lleva a la excelencia y creo por eso que la cultura japonesa transmite calidad humana en todo lo que emprende, aunque se trate de algo mucho más amplio que a nuestros ojos occidentales no resulte completamente comprensible.

Unknown dijo...

Muy buena la nota. Me incentiva a investigar sobre el tema.